Jorge Ángel Hernández
Mario vargas Llosa en la investidura de Dr. Honoris Causa en la APEC Foto: EFE
De acuerdo con un reporte de Prensa de la agencia EFE, Mario Vargas Llosa “disfrutó a carcajadas” cuando el encargado de leer su semblanza en la investidura de «Doctor Honoris Causa» por la Universidad dominicana APEC (Institución primogénita de Acción Pro Educación y Cultura), recordó que su esposa, Patricia Llosa, le había señalado, según su propia confesión: “Mario, tú solo sabes escribir”.
En su discurso, el Premio Nobel de Literatura 2010 señaló que los países de América Latina tienen ahora la posibilidad de decidir si son prósperos o pobres a través del camino de la globalización, por lo que recomendó a los jóvenes “no sentirse deprimidos”. Así de simple. Con naturalidad de grafómano, Vargas Llosa convierte en pura elección personal el conflicto de la crisis del neoliberalismo globalizado, que eleva ciertos índices económicos y, con creces, dispara los de desigualdad social.
Curiosa e insistentemente, echa mano a sus fobias habituales para señalar a Cuba, Venezuela y Ecuador como malos ejemplos para ese progreso latinoamericano, sin tener en cuenta que, apenas el 21 de diciembre de este año, un reporte preliminar de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) incluyó entre los países que presentaron un crecimiento económico en el 2011 a Cuba (2,5%) y a Ecuador (8,0%). Añade el informe de este organismo regional de Naciones Unidas que Venezuela y Ecuador se han beneficiado del elevado precio de los hidrocarburos. Si revisamos la tabla estadística a la que remite la nota, vemos que Ecuador ha ascendido en su tasa anual de variación del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, de 2,2 en 2002 a 6,8 en 2011, la tercera mejor situada de todo el continente, en tanto Venezuela se ha trasladado de -10,5 en 2002 a 2,5 en 2011, nada menos que ¡12 puntos de mejora! Cuba, en este mismo aspecto, presenta una tasa de 2,5. El índice de desempleo ha disminuido tanto en Cuba (el más bajo, por mucho, de todo el continente) como en Ecuador (de 9,2 en 2002 a 6,11 en 2011) y Venezuela (de 15,8 en 2002 a 8,4 en 2011).
¿Fracasan, o a pesar de todo avanzan en estas naciones, una vez más consideradas por él mismo como populismos autoritarios?
Vargas Llosa repite, sin el menor pudor, lo que ha venido machacando desde hace tantos años, ajeno a los conflictos de los estudiantes latinoamericanos frente a la privatización de las universidades y la reducción de empleos tras la graduación; y se muestra, cómo no, tangencial respecto al crecimiento alarmante de las desigualdades. Por si no fuera suficiente, cita a Karl Popper en un acto inusitado de panglossianismo, por cuanto, pasando por borrascosa agua de contexto la cita, “nunca como ahora el mundo había estado mejor”. Su patrón de opiniones ha evolucionado mucho menos que cualquiera de los más anquilosados índices del continente y, lo que es más asombroso, su repertorio de expresiones y construcciones semánticas estables, se ha mantenido apenas invariable.
Por si tampoco fuera suficiente, la propia CEPAL advertía en la misma nota sobre el desbalance que se avecina producto de la crisis en la eurozona, la que se constituye, en la variante del recién investido «Doctor Honoris Causa» y Marqués de Vargas Llosa, en la solución a los problemas del Mundo y, por tanto, de América Latina.
De modo que, si “solo sabe escribir”, ¿por qué no deja las soluciones económicas y sociales de los pueblos a movimientos que, en resultados concretos y no en lides tendenciosos de prensa, van aliviando las condiciones sostenidas por el capitalismo?
Confronte además:
De cuando el Marqués de Vargas Llosa te respalda
Ogunguerrero 
Bueno Jorge, todo está muy bien con respecto a Vargas Llosa, pero… Cuba, ¿el menor desempleo del continente? ¿Cómo creer esas cifras? Y ¿el subempleo? ¿Las plantillas infladas? Eso hay que tenerlo en cuenta: la política oficial de hacer parecer que existe lo que no existe, a lo que se dedica un esfuerzo mayor.
La verdad, Francisco, que he usado las estadísticas de la CEPAL, un organismo de UN nada sospechoso de falsear estadísticas a favor de Cuba, y no las de las de la ONE, un sitio serio pero que tomarían, de oficio, por falso al ver que es cubano. Ahora bien, ¿falsea la CEPAL las cifras de Ecuador, de Venezuela, incluso de Perú y Chile?
Por otra parte, subempleo es otra cosa: aquel que está empleado en cargos inferiores a su capacitación, lo cual no es caso de Cuba. ¿Plantillas infladas? ¿Poca productividad? ¿Insuficiencia del salario (por devaluación de la moneda) luego del derrumbe del socialismo europeo? Pues sí; Pero se ha criticado y se ha llamado a mejorarlo desde la propia dirección del proceso revolucionario, para que lo que es, se convierta en lo que debe ser.
No, Jorge, yo no dudo del número de la CEPAL… Ni siquiera creo que mienta el gobierno cubano. De lo que hablo es de la manipulación de la situación… Aquello que decimos los cubanos, que la papa solo se ve en el noticiero… ¿Entiendes? Lidiar con el desempleo siempre fue uno de los principales focos de la política revolucionaria… Bien se sabe que el desempleo antes de 1959 era bastante alto, y por ende, había que reducirlo, como fuera… De igual manera que se lagalizó el aborto cuando en 1968 todavía no se había logrado reducir la tasa de mortalidad infantil heredada de la Cuba pre-59… Ha habido programas claramente diseñados para reducir el número de desempleados, hasta una cifra rídicula 1.5%, que no se corresponde con la realidad: vete a la Calle Real de Pinar del Río… ¿Qué hace tanta gente en la calle un martes a las once de la mañana? Se critica al los libre mercaderes porque solo miran el PIB, o sea el numerito… Lo mismo hacen en Cuba… Vivir de la abstracciones que representan los números… Pero, bueno, para eso están las estadísticas: para decirnos que vamos mejor que lo que vamos… Por ejemplo, ¿cuál es la tasa de suicidio en Cuba? O ¿la de presos por cada 100.000 habitantes? En Estados Unidos te cuentan maravillas de la abundancia y el libre mercado, y es el país que más antidepresivos consume… Las cifras, eso son: la gente es de carne y hueso.
Francisco, me agrada la polémica, y otra vez creo que hay una imprecisión: esos vagos («luchadores») que ves en Pinar los vemos en todas partes, en Sta Clara también, pero se trata de un problema de vagancia, no de desempleo: ninguno acepta trabajos acordes con su capacitación y prefieren ganarse la vida como sea. Es cierto que ese, y otros problemas, apenas se reflejan en la prensa, menos en el NTV. Pero son cuestiones a analizar también con profundidad y objetivamente, sin los tabúes acusatorios que siempre hemos arrastrado, o sin las mojigaterías triunfalistas de quienes cuidan un puesto antes que un país, y un sistema social. Lo del índice de suicidio, por ejemplo, puede estar relacionado con el alto nivel de expectativas de la población, que se ha separado de los países que, en desarrollo, con Cuba se corresponden. El PIB suele ser un índice enmascarador de las desigualdades y la explotación. Busca en este mismo blog Cuba en estadísticas sociales de la CEPA (https://ogunguerrero.wordpress.com/2011/06/28/cuba-en-estadisticas-sociales-de-la-cepal-entre-2000-y-2009/) o Cuba y la tabla de maestros primarios de la UNESCO.
La subjetividad manipuladora de la guerra contrarrevolucionaria es mucho más devastadora que las estrategias de la burocracia para cubrir su ineficiencia, aunque también estoy en contra de esta última. En esta misma bitácora he publicado críticas a eso y otras manifestaciones que atentan contra el socialismo, en nombre de él mismo, por natural paradoja.
Jorge, sobre el subempleo en Cuba te recomiendo el siguiente trabajo del Dr. Carmelo Mesa Lago: http://espaciolaical.org/contens/24/5966.pdf Es bueno, sin embargo, que se toque el tema de los vagos, por ser una de las lacras que afectan la Cuba actual, junto a los corruptos y los ladrones, que vienen todos en un paquete, y con los cuales o se acaba, o se acaba con el país… Y es importante en ello la labor de la prensa, cuya labor ha dejado muchísimo que desear a lo largo de estos años, sobre todo en lo que concierne a señalar y atacar los males… En última instancia, sin embargo, la causa radica en la estructura política del sistema, a la cual se ha acomodado la prensa, que ha mirado más para arriba que para abajo, que es para donde tenía que mirar… Pero ya eso es otro tema.