Jorge Ángel Hernández
Antonio G Rodiles, creador visible de Estado de SATS, espera la verificación de la lista para ingresar a una dependencia de la SINA, en un cónclave plattista de cínico injerencismo político y soberano. Foto: blog cambiosencuba
Se le atribuye a Nicolás Guillén —el nuestro, bueno también sin exclusiones— la anécdota de haberse aparecido a un sitio que se presumía de rango acompañado por una prostituta. Ante la negativa de que entrase, por tratarse de una persona “de dudosa moral”, el poeta respondió: “Por el contrario, señor, ¡se trata de una prostituta!”. El lance revela, en una clave humorística aplastante, dónde se halla el verdadero conflicto “dudoso” ante la ética y la moral social. Y he recordado esa anécdota leyendo los descargos que Estado de SATS lanza sobre la posición de la Iglesia católica cubana luego de la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba.
Lo primero que se advierte es una reacción furibunda a lo que llaman nacionalismo, en nombre de la democracia y la “creciente sociedad civil”. Y se presenta un supuesto panorama equitativo en medio de una “puja entre el poder totalitario y las fuerzas democratizadoras”. La realidad es construida por la percepción del escribiente, para que así sea retransmitida por las verdaderas fuerzas de injerencia que tras la democratización camuflan sus acciones. Se cumple además, disciplinadamente, el patrón de negar méritos al proceso revolucionario cubano, desde su surgimiento hasta el momento actual, y el de proclamar inviable la dirección de la revolución por obsoleta. Los giros fraseológicos abundan en lugares comunes que marcan la esencia propagandística de lo que se sostiene como verdades absolutas. Tampoco reconocen, a partir de una “caprichosa impresión”, la legitimidad política de un sistema de gobierno refrendado por el 97,7 de la población en voto libre, directo y secreto. Ni le atribuyen ejercicio de soberanía a esa masa, desde luego. Se consideran a sí mismos los únicos soberanos del país. Se adjudican, también “caprichosamente”, las manifestaciones críticas de la sociedad cubana, —que, agrego por mi parte, se da sobre todo desde el arte, la literatura y ciertos foros de debate profesional, es decir, en un legítimo ejercicio de democratización revolucionaria—, como “espacios abiertos” que “evaden señalar a la cúpula gobernante como los principales causantes de la debacle nacional.”
Según Jardines y Rodiles, editorialistas de Estado de SATS, desde los foros eclesiásticos se ha lanzado el presupuesto de que “solo el Gobierno goza de legitimidad y poder para llevar a cabo un proceso de transformaciones y que, por consiguiente, todos debemos entregarles un cheque en blanco”. He ahí un foco de escozor, de intolerancia política que, por supuesto, no va a admitir al otro desde ningún punto de vista. Y adviértase además la expresión desiderativa subliminal de entregar un cheque en blanco al presunto solucionador.
¿Dónde está “la creciente sociedad civil”, de acuerdo con los editorialistas de Estado de SATS? En quienes comparten su plattista visión acerca del cambio que debe asimilar la sociedad cubana. Por tanto, dentro del escuálido porciento que no refrendó la constitución. La masa de votantes no constituye, para ellos, sociedad civil, por cuanto no cumplen con el requisito imprescindible, a saber: mantener el bloqueo; apoyar la condena, por espías, de los cinco; y entregar el «cheque en blanco» a un sistema de Partidos políticos que ceda la plaza al electoralismo local, el injerencismo y la dominación económica. Para ellos, el cese del bloqueo debe venir porque se instaura el principio de la dominación y se hipoteca la soberanía bajo el patrón de lo que se considera, desde el pensamiento liberal, la democracia. Ese es el futuro perfecto que un grupo de personajes, tan reducido que ni siquiera cuenta como minoría, pretenden legitimar en carácter de oposición.
Pero, según Rodiles y Jardines, el derrocamiento del sistema conduciría a un idilio de reconocimiento internacional, de inversión extranjera y cubanoamericana, de cese de persecuciones de disidentes y, más no faltaba, por fin al cese del bloqueo y el advenimiento de “la verdadera reconciliación entre cubanos de fuera y de dentro” de la Isla. Todo un programa de promesas electorales cuyas insólitas bases fuesen risibles si no se tratara de un comendo de infantería de un proyecto mayor imperialista que no ha dejado de erogar millonarios presupuestos aún en medio de la mayor crisis económica de su historia. No se considera apoyo internacional la abrumadora votación anual de Naciones Unidas en contra del bloqueo, ni se estiman como relaciones comerciales las de las compañías, en nada sospechosas de propugnar el socialismo, que aun así las leyes norteamericanas someten a millonarias multas por comerciar productos con Cuba. Desde luego que no; pues estas se dan desde un poder al que no reconocen los activos radicales del idilio plattista.
No es de extrañar, por tanto, que la Iglesia católica, y sus pensadores más activos, hayan comprendido la naturaleza de sus acciones y, sobre todo, sus pretensiones de usar a la institución religiosa como bastión de la injerencia política. De ahí que los haya convocado a asumir una agenda de mayor independencia, cambios sustanciales y posturas menos excluyentes. O sea, que la Iglesia católica no se comporta como un actor reproductivo de la política revolucionaria, sino, en la esfera política, como socio que reconoce la legitimidad de las fuerzas del poder y su apoyo popular y, acaso, lo errado de su hostilidad pasada. Tampoco es de extrañar, entonces, que la Iglesia reciba el anatema y se le llame, por parte de estos excluyentes “actores políticos” a emprender la retirada justo en el momento en que consigue un verdadero salto.
La participación en el diálogo de intelectuales, empresarios y diversos actores de la sociedad cubana de la diáspora, se debe, nada menos, siempre según estos airados analistas, que al efecto del “hechizo” del “elixir castrista”. Todo un despliegue de análisis, ¿verdad? O acaso, y en rigor, un coletazo de agonía ante el hecho irreversible de que su soledad se hace visible, pierden la buscada complicidad de actores dispuestos a ser eje de manipulación injerencista y se revela la para nada dudosa moral de ese plattismo, intolerable para el más simple de los imaginarios cubanos, que proyectos como el de Estado de SATS pretenden propugnar.
Confronte además:
Ogunguerrero 
Excelente entrada, lo felicito.
Gracias!
Dando un rapido vistaso su escrito .(El voto libre directo y secreto) Le falta decir que el conteo es igualmente LIBRE, DIRECTO Y SECRETO . Tambien se pudiera decir que los objetivos de la » eleccion» son LIBRES ,DIRECTOS
. Y SECRETOS.
Y la forma de «DEMOCRACIA» Tambien es LIBRE, DIRECTA Y SECRETA.
Ramón, es obvio que su criterio se corresponde con los patrones maniqueos con que se intenta desacreditar la revolución cubana. Así, como se ha demostrado en más de medio siglo, no van lejos ni los de alante, ni los de atrás. Y hay que ser muy pero que muy ingenuo para suponer que ese ejercicio se hace a tal punto fraudulento. Nadie con un mínimo de seriedad y responsabilidad política lo sostendría, pero en fin, para criterios…
La teoria de gobernar bajo Estado de Excepcion ; pertenece al Medio Evo, esta reflejada en «El Principe» de Maquiavelo.
En «Mi Lucha» Hitler , explica con claridad; Que nunca se puede permitir ideas contrarias y que todo contrario nacional, hay que comboyarlo con «El Gran Enemigo». Bajo ese ficticio estado de guerra estamos por mas de medio siglo.
Hay en el conteo de botos algo malo, para que un porciento tan alto de la poblacion, aparezca dando su respaldo al sistema. De sobra conozco, como se monta semejante falsa y usted tambien conoce como se hace.
Que le paguen para que encuentre beneficio en ocultar es otra cosa.
Despues de todo; no es tambien oscurantismo la religion afrocubana, en la cual es usted experto.
¿Oscurantismo las (que no la) religiones afrocubanas? He ahí un prejuicio civilizatorio que ha justificado la ocupación territorial, la conquista y la posterior discriminación de etnias y naciones.
Cuba ha sido, desde su época de población aborigen, excepcional, ya sea por aislamiento, ya por representatividad económica, ya por simbolismo político. Fue menos excepcional, ciertamente, en la etapa republicana, pues se ajustó al estatus de neocolonia. ¿Eso quiere Ud. para Cuba, que vuelva a ser neocolonia? Los que así piensan son, por cierto, los que deslegitiman el sistema electoral y el de participación ciudadana del socialismo. Y los que propugnan, el plattismo, por cierto.
El termino COLONIA Y NEOCOLONIA , tan usados para inspirar miedos y tan atribuido a cualquier pais, sin ton ni son. Se podria buscar en todo el panorama mundial a ver a quien se le puede indalgar.
Si usted no es muy joven, tendria que saber, que la «revolucion» una ves se hizo con el poder y se declaro «sociatista» abrazo el MATERIALISMO como doctrina, Le dijo adios e indujo a decir adios a todo el pueblo a la religion, la cual se convirtio en un TABU, ( dicho sea de paso en ese periodo bastante largo, el pais si fue una colonia, desde cualquier angulo que se mire.). Ahora despues de desaparecida la otrora metropolis y quedar mal parados los viejos dogmas socialista, los dueños de la FINCA han echado mano del oscurantismo como filosofia y remedio de males.
¿Así que la cuestión del colonialismo y el neocolonialismo se reducen a términos, a un problema de vocabulario? Pues no puede haber visión más colonialista, hegemónica, que esa, señor Ramón. Y hablar, por supuesto, de colonia soviética, sin negar incluso la parte de las negativas (y parciales) influencias ideológicas, es responder al ámbito de Guerra Fría que a toda costa se busca mantener desde el Imperialismo estadounidense (un término que es un lugar común vigente). le recomiendo leer, en este mismo, ¿Para quién acabó la Guerra Fría?
CUBA: EL «PLATTISMO», UNA CONSIGNA MAS
por JESUS HERNANDEZ CUELLAR
Durante casi 40 años, el castrismo, carente de un vocabulario practico y serio, utilizó los mas inverosimiles calificativos para desacreditar a sus opositores políticos. De manera que asistimos no solo a un fenómeno de poder que aisla, encierra y ejecuta a quienes piensan diferente, sino que echa mano de una retórica mas cercana a la del «solar» habanero que a un lenguaje capaz de explicar razones y propósitos convincentes. Asi surgieron los adjetivos «gusano», «vendepatria», «traidor», «lumpen», «antisocial» y otros muchos.
En estos últimos años, al alcanzar Cuba una independencia política, ecónomica e ideologica no deseada por el castrismo, tras la desaparición del bloque comunista, era necesario encontrar un concepto mas elaborado, cuyo fin no significase simplemente eliminar ante los ojos del pueblo a un indefenso disidente, sino anular la cubanía de una oposición asentada en el extranjero con recursos ecónomicos reales y una muy fuerte documentación acerca de los años de violaciones a los derechos humanos, sometimiento de la soberanía nacional a una potencia extranjera, violación de la soberanía de otras naciones, corrupción e ineficiencia administrativa.
Se generó asi algo llamado «plattismo», en referencia a la Enmienda Platt, impuesta en 1902 vergonzosamente a Cuba tras la ocupación de la isla por parte de Estados Unidos, luego de la guerra de ese país contra España. Esa guerra dio punto final a la dominación española, ya casi derrotada por los independentistas cubanos. La enmienda, que garantizaba la intervención norteamericana en Cuba en ciertas circunstancias, tomó el nombre de su autor, el senador estadounidense Orville H. Platt. Esta enmienda tuvo vigencia durante un periodo mas corto que el que lleva el castrismo en el poder. Se anuló felizmente en 1934.(*)
Sesenta años despues de la eliminación de la Enmienda Platt, el castrismo, en ese febril empeño de desacreditar a sus adversarios, ha inventado el mencionado «plattismo» para explicar que los casi dos millones de cubanos que viven en Estados Unidos, pretenden anexar Cuba a su gran vecino del norte. Que esos exiliados -se exceptua el pequeñísimo coro formado por emigrantes cubanos, que respalda esta tesis castrista desde territorio norteamericano- defienden mas los intereses de Estados Unidos que los de Cuba, como si algun aliento divino hubiese determinado que Castro y Cuba son la misma cosa. Que ese pueblo exiliado, dicho asi mas como un escupitajo que como un concepto, no ama a Cuba, ya no es cubano e iria a la isla a llevar el terrible capitalismo, los vicios del pasado en sus manos, como garras de aguila.
Olvidando que todo su andamiaje ideologico fue sacado de una brutal dependencia de la Union Sovietica y no del talento revolucionario propio, este ultimo formado mas por consignas que por ideas, Castro y el castrismo, en su fase neostalinista, caen en escandalosas contradicciones.
?Como se puede entender que esa «mafia terrorista de Miami» que «controla la politica exterior de Estados Unidos hacia Cuba» sea dependiente al mismo tiempo de los dictamenes de Washington? No hay duda alguna de que los entrecomillados son frases textuales de Fidel Castro.
Vale recordar una discusion en los foros de Internet, en la que un cubano respondia a un advenedizo canadiense que si era cierto que habia influencia cubana en la Casa Blanca, y que los cubanos no tenian intenciones de avergonzarse de ello. Porque esas influencias en Estados Unidos se ganan a fuerza de destreza y talento politicos.
Nunca se oyo decir, durante los dificiles agnos de la Guerra Fria, que el castrismo arrastro a Moscu a las desgastadoras guerras africanas. Lo que se dijo fue que las tropas castristas debian estar donde la Union Sovietica no podia «dar la cara». Y tambien se ha dicho que los cubano- estadounidenses han arrastrado a Washington a una polemica internacional con la Helms-Burton. Nunca se dijo que Castro influyo en el Kremlin para suspender la invasion sovietica de Afganistan. Lo que se dijo fue que Castro guardo un silencio complice y perdio prestigio en aquel periodo, agno 1979, cuando se le pidio que en calidad de presidente del Movimiento de Paises No Alineados, demandara la retirada de las tropas sovieticas. Igual imagen de dependencia exhibio el dictador cubano durante la invasion sovietica de Checoslovaquia, en 1968, cuando justifico ante las camaras de la television cubana el horrible espectaculo de los tanques sovieticos pisoteando el suelo checoslovaco. Lo que recuerda la humanidad es la inmediata ruptura de la izquierda europea con la dictadura cubana, ante el peso de la evidencia.
Ídentica estatura de vasallaje y crueldad expone aun hoy la Seguridad del Estado, tras muchos agnos de obediencia a los metodos de tortura fisica y psicologica aprendidos al calco de la tenebrosa KGB sovietica, cuyo magisterio en la obtencion de «mea culpas» sin picanas eléctricas era la envidia del mundillo internacional de la represion.
Penosa por ridicula fue ya la conducta de Castro de no permitir a los atletas cubanos participar en los Juegos Olimpicos de Los Angeles, en 1984, al responder obedientemente al llamado de boicot hecho por Moscu. Este episodio se hace mas ridiculo aun si se toma en cuenta que cuatro agnos antes, en 1980, cuando Jimmy Carter propuso un boicot similar a las Olimpiadas de Moscu, la isla de Puerto Rico, que tiene un Comite Olimpico independiente, asistio a la cita deportiva honrosamente, pese a su condicion de Estado Libre Asociado.
?Se puede tomar en serio la tesis del «plattismo», cuando se sabe que esta formula conspirativa nacio precisamente del vientre de uno de los mas grandes ejemplos de dependencia politica, economica, militar, policial e ideologica? ?Cuando se sabe que esta tesis fue creada no para condenar una dependencia, sino para contrarrestar una influencia politicamente costosa para el castrismo?
Si lo que Castro quiere decir al colocarle al exilio cubano el cartel de «plattista», es que buena parte de los casi 20 mil millones de dolares de poder adquisitivo que tienen los cubanos en Estados Unidos iria a parar a Cuba en el post-castrismo, quizas el dictador tiene razón. Si lo que quiere decir es que los 103 mil negocios cubanos asentados en territorio estadounidense, que generan anualmente 15.800 millones de dolares, irian a crear empleos y desarrollo ecónomico a la isla, probablemente tiene razón. Si lo que quiere decir es que los científicos, ingenieros y técnicos cubanos que han participado aqui de las auténticas revoluciones, la de la cibernética, la de las comunicaciones via satélite, la de la television por cable y la del descubrimiento de vacunas, por solo mencionar algunas, irian a poner su grano de arena en una nueva Cuba, es posible que el dictador tenga razón.
Pero no parece creible que el hombre que fue calificado hace un agno por el Washington Post como «el único obstáculo real para la democracia en Cuba», este refiriéndose exactamente a esto. No es su estilo, no es su voluntad. Simplemente, esta inventándole a cierta gente del pueblo cubano y a sus ya pocos amigos internacionales, un enemigo que hay que destruir para seguir atado al pedestal del poder, sin tomar en cuenta que no vendran mas amos protectores, sino los vientos en espiral del implacable juicio de la historia, que perdurará por los siglos de los siglos y aun mas siglos.
FIN
(*) Unilateralmente el Presidente Revolucionario Ramón Grau San Martín la abolió el 10 de septiembre de 1933, al tomar posesión de la presidencia. Los acorazados americanos tenian desenfundados sus cañones y apuntaban hacia La Habana- En 1934, los EE.UU. para neutralizar el sentimiento anti americano de los cubanos y ayudar a consolidar a Batista y a su títere Mendieta, se avinieron a la abolición bilateral.
Nota de la Dirección de esta pagina.
¿Y entonces, una consigna más el plattismo? ¿Se abolió unilateralmente en 1934, con la aceptación posterior norteamericana? Seguro que se les olvidó recoger la Base Naval de Guantánamo y, ya que la descubrieron hace poco, convertirla en Centro de Tortura. Y qué decir de los empleos que generarán los negocios cubanos de EEUU: el mismo idilio que asume la explotación capitalista del asalariado como una perfecta democracia. ¿Y ese castrismo omnipotente, generador del «programa» a seguir, como si nos dictara cuanto escribimos, no es hasta el tuétano consignatario? Para remachar con el lugar común, hablar de colonia soviética: eso no admite el más mínimo rigor histórico, ni de cualquier otra Ciencia. Se reduce a propaganda de Guerra Fría, que para Cuba sigue en pie, como sigue en pie el plattismo, con bases ideológicas muy bien recuperadas al cabo de más de un siglo, por cierto.
Solo la irrespetuosa relacion que el regimen imperante en Cuba mantiene con EUA, hace permanecer la “Base Naval de Guantanamo”. Concebida como carbonera para habilitar de combustible, los barcos de bapor. ( solo los portaaviones vigentes,tienen una autonomia de mas de 20 años). Hasta no hace mucho tiempo (1995) la mayor entrada de divisas de la “provincia Guantanamo” provenia del cambio del salario de once trabajadores de la base. (despues de que de ella se retiraron muchisimos o se quedaron dentro). Desde luego que decir que los cubanos de Miami son partidarios de La Enmienda Platt, de insturarla, moviera a risas, si no tubiera una congnotacion tan tragica, para todo el pueblo cubano.
El termino colonia, neocolonia e imperialismo Yanki, no se corresponde absolutamente con nada real. Todos estos terminos, estan usados y aplicados arbitrariamente a cualquier pais que ose criticar someramente al Casrismo, con el deliberado objetivo de coartarlo.
Ya que insiste, Sr. Ramón, y que parece incurable su aceptación injerencista, me limito a aconsejarle un poco de paciencia (paciencia histórica, le aclaro), para que asuma con satisfacción ese momento de «no-colonia» y «no-neocolonia» que le asigna a Cuba. Ah, por si le hiciera falta: el bloqueo a Cuba lo firmó John F. Kennedy en 1962 y se ha recrudecido en todas las administraciones (con la excepción de la de Carter) hasta la fecha. Consulte además las páginas fiscales del gobierno de los EEUU, para que sume los presupuestos asignados para la subversión en Cuba (no plattista, según Ud.) y hable entonces de «generosidad» estadounidense y «agresividad» cubana. ¿Qué, se prepara una invasión del ejército cubano a los EEUU? Si ni siquiera admiten que se comercien productos con patentes cubanas, como el Havana Club!!!!!
Pero no importa Ramón, siga firme en sus criterios, que eso lo entretiene mientras espera espera espera espera…
De pronto y como soy un hombre iletrado; desde el mejor sentido de la palabra, es decir que no vivo de las letras, si no mas bien del TRABAJO. me quedo un poco fuera de la conversa, porque no entiendo si usted se ha molestado porque alguien le conteste y tener que tomarce el trabajo de ripostar, por lo cual hace un enfoque personalisimo y arremete mas a mi personalidad que a mis ideas. En ese caso me hace usted recordar que hace poco tiempo a raiz de descubrirse esqueletos de ballenas en el decierto de Sahara, los cientificos desde muchos angulos estudiaron el asunto y llegaron a la conclucion, que hace menos de veintisiete mil años, el decierto era mar. Tambien llegaron a la inequivoca conclucion que el siclo de reversabilidad de las condiciones de la tierra ,mas o menos era ese. Por tales motivos cuando escucho verdades absolutas y sabias etc ,etc, etc no puedo dejar de acordarme de aquel cientifico cubano Armando Calderon, cuando dijo la celebre frase » Esto es de P queridos amiguitos».
Hay personas que inventan cosas en el capitalismo desde luego, en Cuba tambien los habian, una de esas personas creadoras, creo el ron Habana Club, alla por Santa Cruz del Norte y le dio ese nombre,(propiedad intelectual le llaman) .Otras personas que no han inventado nada , pero que se apropiaron en el nombre del «pueblo» del invento de los demas ,tienen problemas con la comercializacion del producto ajeno, Tambien paso con el Bacardi, Caney y cada una de los nombres que estan patentados en el exterior y los dueños del nombre reclaman, sus derechos. Cositas del capitalismo, (Pero para que quieren venderle nada a los malditos capitalistas).
El bloqueo a Cuba de 1962 decretado durante la crisis de los cohetes o crisis de Octubre, desaparecio con la firma de los convenios entre la ex- URSS y los EUA. El otro «BLOQUEO»
que sigue y sigue y sigue y sigue como las pilas Energizer solo vive en la irrealidad. El muy devilitado embargo vigente del gobierno de EUA , ha la dirigencia castrista imperante en Cuba es de otra indole y de otras comnotaciones.
En lo personal de la evolucion del «problema» cubano no espero nada, mas que ver a mi pueblo en un periodo de abundancia y prosperidad, porque despues de todo la vida es finita y directamente yo me quite el problema de arriva y al igual que Raul Castro y muchos lideres de la «Revolucion» mi decendencia crece en paises capitalistas y hasta yo vivo en un pais capitalista y no uno cualquiera del monton.
Como digera nuestro apostol » Patria es Humanidad»
A usted y a su familia le deceo lo mejor y al resto del pueblo cubano tambien, Creeo que todos nos merecemos lo mejor y que nadie debe sacrificarce para que otros vivan bien, mucho menos que los padres sacrifiquen a los hijos.