Apenas el 19% de las víctimas de guerra serían presuntos terroristas

Jorge Ángel Hernández 

Mientras el Parlamento griego está siendo forzado a asumir recortes drásticos que repercutirán en la población de ese país y universidades, centros educativos y bibliotecas publicas gratuitas estadounidenses quedan en franco peligro de extinción, la llamada Guerra contra el Terrorismo sigue ascendiendo en sus cifras de costo.

El informe del Watson Institute for International Studies, de la Universidad de Brown, revela que desde hace una década, el costo de la invasión a Afganistán, Irak y Pakistán está a punto de alcanzar los cuatro trillones de dólares con la pérdida de 257 655 vidas. De ellas, 174 500 civiles, 31 741 pertenecientes a las fuerzas aliadas, entre las que se cuentan 6 051 soldados y 2 300 contratistas estadounidenses. Han muerto además por causa de la guerra 255 periodistas, 266 colaboradores humanitarios y 50 893 insurgentes, o sea, aquellos que han sido considerados los terroristas a eliminar. Los muertos por parte del ala «terrorista» de la guerra representan apenas el 19, 7% del total de víctimas.

Si digo que se trata de un vulgar robo a mano armada a la humanidad en crisis, parecerá un agrio chiste de humor negro. Y a pesar del trasfondo humorístico, la cuestión es cierta y los proyectos de invasión continúan tranquilamente. La patente de corso para las guerras de rapiña no necesita siquiera justificar la desproporción entre los resultados obtenidos y los objetivos planteados para justificarlas.

La Guerra contra el terrorismo es, en esencia, la más burda tapadera para la injerencia imperialista global, una brecha expansiva de la última fase del imperialismo, decidido a apropiarse de la totalidad de los recursos naturales y humanos del planeta.

Fuente de las cifras: Costs of Wars. Excutive Summary, Eisenhower Study Group. Eisenhower Research Project, Junio 2011. Url: http://costsofwar.org/sites/default/files/Costs%20of%20War%20Executive%20Summary%206%2029%202011.pdf