Beneficios, ajustes y despidos… desde el punto de vista del capitalista

Jorge Ángel Hernández
Una de las lecciones insoslayables de Marx, remite a entender que el punto de vista del capitalista es el predominante en el proceso de producción y reproducción del capital. Así lo demuestran medidas de ahora mismo tomadas por diversos directivos de bancos y empresarios de las comunicaciones.
El grupo empresarial PRISA, por ejemplo, tras entrar en negocios con los empresarios de riesgo de Liberty, acaba de triplicar el salario de sus ejecutivos al mismo tiempo que lleva a cabo el recorte de 2500 empleos. Diez millones de euros han recibido sus dieciséis vocales en el primer semestre de este año, aún a despecho de que el monopolio de la información ganase un 81,1% menos de lo previsto según el año anterior.
La compañía Telefónica, considerada la mayor de España, también ha incrementado el salario de sus ejecutivos al mismo tiempo que emprende el recorte del 20% de su plantilla, cerca 6000 trabajadores. Serán entregados, sin embargo, a los ocho principales integrantes de su Junta, 12,39 millones de euros por el incremento salarial; en retribución a sus buenas acciones como capitalistas cuyo punto de vista se legitima en la reproducción del capital, antes que en cualquier otra consecuencia social.
La compañía petrolera REPSOL, duplicó el salario de su cúpula ejecutiva, cuyos miembros recibieron 11.635 millones de euros en el primer semestre de 2011. Y asimismo, el Banco Santander incrementó en un 24% los ingresos salariales de sus altos directivos, a pesar de que reporta disminución de beneficios para el primer semestre del año.
Y todas estas medidas, cuando la cifra de parados en España llega a los cuatro millones setenta y nueve mil setecientos cuarenta y dos, cerca de un 8% de su Población Económicamente Activa.
El mayor banco de Europa, el británico HSCB, recortará 30000 empleos en tanto ve crecer sus beneficios a un 36,3% gracias al ingreso de 6763 millones de dólares en el primer semestre del año 2011. De entre los veinte países de los que HSCB retirará sucursales, se encuentran Rusia y Polonia, ambos en la trampa del neoliberalismo después de haber renunciado ingenuamente a una reconstitución del socialismo.
La saga estadounidense del techo de la deuda, por su parte, mantiene en su proyecto los recortes de empleo, seguridad social, servicios y el gasto en armamentos, centros de tortura y proyectos de injerencia imperialista. Los escandalosos rescates financieros por parte del Estado no han redundado en beneficios sociales, en calidad de vida, sino en beneficios para sus dueños y accionistas. Dada la agudización de la crisis, con el incremento de los sectores de pobreza e indigencia y el crecimiento económico en esas mismas naciones, no hay que esperar que el punto de vista del capitalista se transforme. Más bien, se hará cada vez más pragmático, esencialista e indolente.
Así lo demuestran los pronósticos de monopolios como el HSCB, REPSOL, PRISA, o Telefónica, que proyectan extenderse aún más en Asia y América Latina con sus inversiones, prometiendo empleos y progreso y cumpliendo, a la postre, con quiebras, despidos y enriquecimiento propio. Todo prueba del buen comportamiento de su agenda de negocios y el positivo efecto de sus esfuerzos, desde el punto de vista del capitalista, insisto.
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